lunes, 24 de enero de 2011

Sexualidad: Como cuidarse.

Para disfrutar del sexo de forma plena es conveniente, primero, tener conocimientos acerca de cómo cuidarse, porque, como decía una publicidad, “cuidarse es quererse”. Existen varios métodos anticonceptivos, además del tan conocido condón, que resultan una buena opción cuando lo que no se quiere es la fecundación femenina. Pero hay que tener claro que ninguno es ciento por ciento seguro.
Después, que la elección del método es una decisión que la persona -o la pareja- ha de decidir de manera libre, teniendo en cuenta una serie de factores como: el tipo de relaciones que mantiene, la frecuencia, la edad, el estado de salud, la pareja, la recomendación del médico, etc. Para que la elección sea correcta es preciso conocer los diferentes métodos.
Empecemos por los erróneos, para no tener que, en algunos casos, terminar en un aborto. Por ejemplo: coito interrumpido (en este caso existe el fluido pre-eyaculatorio, que puede embarazar),lactanciaprolongada (antes se creía que después de un parto, mientras la madre daba de amamantar al bebé, no había posibilidad de embarazo. Puede que tenga algo de cierto, ya que lalactanciademora el retorno de la menstruación, la ovulación y la concepción después del parto; pero no se puede determinar conseguridadla duración de dicho periodo), realizar después de haber tenido relaciones sexuales lavados vaginales, o tener sexo durante la menstruación.
Los métodos que sí sirven son: método natural, que consiste en abstenerse de mantener relaciones con penetración en los días de máxima fertilidad, ya que no todos los días del ciclo menstrual existe la misma probabilidad de embarazo. Los días en torno a la ovulación son los días de máxima fertilidad. Un requisito esencial es tener ciclos regulares. Pero como una mujer puede adelantar o retrasar el periodo por un examen, una emoción fuerte, un viaje, etc., este método no resulta exacto.
Luego se encuentran los métodos mecánicos o de barrera: metodo-anticonceptivo-1.jpg
- Preservativo masculino: funda de látex, que tiene como función impedir el contacto directo entre el pene y las paredes de la vagina. Se coloca desenrollándolo en el pene en erección. Éste impide que el semen de la eyaculación entre en la vagina.
- Preservativo femenino: es una funda de poliuretano, más ancho que el masculino y provisto de un anillo rígido de unos 10 cm. de diámetro en el extremo abierto y de un segundo anillo más estrecho situado en el interior del preservativo.
- Diafragma: capuchón de goma flexible, con forma de semiesfera. Actúa como obstáculo mecánico tapando el cuello del útero, impidiendo así la entrada de los espermatozoides. Se impregna al mismo, por dentro y por fuera, de crema espermicida. Se ha de colocar unos 10 minutos antes de la penetración (no más de tres horas), y no se ha de extraer hasta pasadas 8 horas desde la última relación, de esta forma se da tiempo a que el espermicida cumpla su función. Si se quiere mantener más de una relación, antes de cada una se debe añadir más crema espermicida, sin sacar el diafragma, con el aplicador que acompaña a los tubos de crema. Transcurridas las ocho horas desde la última relación se lo extrae con el dedo, se lo lava con cuidado y se lo guarda en su caja. No es aconsejable llevarlo más de 24 horas seguidas.
- Dispositivo intrauterino (D.I.U.): es un pequeño aparato de plástico y metal (cobre o plata) muy flexible, que se introduce en el interior del útero por un médico. Ante su presencia, se segrega mayor cantidad de flujo lo que dificulta el ascenso de los espermatozoides a través de él. Altera el movimiento de las trompas de Falopio obstaculizando la fecundación.
También se encuentran los métodos químicos y hormonales, que son:
- Píldora anticonceptiva: producto químico compuesto de hormonas sintéticas similares ametodo-anticonceptivo.jpg las naturales de la mujer (estrógenos y progesterona). Impide la ovulación, produce cambios en el revestimiento uterino de forma que dificulta la implantación, y espesa el moco cervical dificultando el ascenso a los espermatozoides.
- Inyección hormonal: se le administra a la mujer en forma de inyección la cantidad de hormonas de un envase, o más, de píldoras anticonceptivas. La frecuencia de las inyecciones puede ser cada cuatro, ocho o doce semanas. La composición puede variar: sólo de progesterona o combinando estrógeno y progesterona. Produce el mismo efecto anticonceptivo que la píldora.
- Implante hormonal: éste está formado por seis pequeños tubos del tamaño de una fósforo que se insertan bajo la piel del brazo de la mujer y que van liberando lentamente hormonas sintéticas (progestágeno, similar a la hormona natural producida por el cuerpo de la misma) en el organismo en una dosis constante y muy baja. Estas hormonas evitan que los ovarios expulsen los óvulos además de causar cambios en la pared uterina y en el moco cervical.
- Espermicidas: existen en forma de cremas, geles y óvulos vaginales. Tienen una doble acción, por un lado inmovilizan o matan a los espermatozoides, y por el otro, forman una barrera que bloquea la apertura del cérvix. Se los debe utilizar siempre en combinación con otros métodos anticonceptivos, ya que por sí solos tienen muy poca eficacia.
Y por último, están los métodos quirúrgicos:
- Ligadura de trompas: es una intervención quirúrgica que se realiza en la mujer, con anestesia general. Consiste en bloquear las trompas de Falopio (con clips, anillas o electrocoagulación), lo que impide el recorrido del óvulo por la trompa en dirección al útero y por tanto la fecundación. Es permanente e irreversible.
- Vasectomía: también es una intervención quirúrgica, pero se practica en el varón con anestesia local. Consiste en cortar o pinzar los conductos deferentes con el fin de que el semen eyaculado no contenga espermatozoides.